miércoles, 10 de diciembre de 2008

No llores por mi Argentina

Se cumplen hoy 25 años de la recuperación de la democracia en Argentina y es imposible no recordar las palabras de Alfonsín: "con la democracia se come, con la democracia se vive, con la democracia se educa". Los adelantos institucionales conseguidos a partir de entonces son incuestionables teniendo en cuenta la dictadura que precedió esta etapa e instauró el terror de Estado para devorarse varias generaciones. A pesar de eso, aún son latigazos las estadísticas que hablan de los 8 niños que mueren por día por razones vinculadas al hambre y otros que están cautivos de las drogas sintéticas, nuevos campos de exterminio intelectual y físico.
Un informe difundido hace pocas horas por UNESCO detalla que la esclavitud, pese a haber sido abolida en el mundo entero, sigue siendo un comportamiento de la vida contemporánea. En ese contexto Argentina engrosa la lista de países con tráfico de seres humanos, servidumbre sexual y trabajo infantil, agiornadas, perversas e históricas formas de dominación. No vemos las personas engrilladas, pero tampoco pueden disponer de sus vidas.
Educación, información y sensibilización. Continuidad de las reformas legislativas, aplicación efectiva de la ley. Liberación y rehabilitación de las víctimas y reparación de las injusticias. Todas propuestas del organismo internacional al que yo le agregaría comida segura para los indigentes. Temas que seguramente no están en la agenda de la casta de gobernantes.

"No llores por mi Argentina... habiendo tanto por hacer", diría seguramente Evita.

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