domingo, 31 de julio de 2011

Tiempos electorales

Que amigables, seguros y simpáticos se ven todos los políticos en tiempos electorales, sin ir mas lejos Ricardo Alfonsin y De Narvaez parecen una parejita de homosexuales caminado en un jardín y hablando de un futuro promisorio. Uno le dice al otro "yo creo en vos", como quien cree en las hadas. Un papelon.

martes, 19 de octubre de 2010

Mitigando angustias

A veces cuesta entender los malos momentos que tienen que soportar los amigos. La compañía, la ayuda, el escucharlos, son como paños fríos en el medio de una demoledora fiebre, sin embargo intentamos todo lo que aliviane las cargas de los que sufren. Hace un tiempo me enteré de que una gran compañera de trabajo a la que quiero y respeto está atravesando una severa recaída de salud. Su imagen se me clavó en la cabeza y hasta experimenté la angustia que debe sentir ante la combinación de incertidumbre, de epílogo de su vida... Al tiempo me di cuenta que no era sano que la tuviera presente de esa manera y cada vez que se me venía su recuerdo, recé, aunque sea brevemente.
Ayer otro compañero me contó que su nieto está internado. No se sabe lo que tiene, ve doble y pierde la estabilidad. El Pelado, como le decimos a su abuelo, está quebrado por la angustia y bajo relatos verborrágicos puede leerse el terror que tiene de que le pase algo al nene. Otra vez me ganó la profunda pena y recé. Sin embargo cuando me cuestionaba que angustiarme no sumaba, una idea simple me alivió : "Sólo deseo el bien". Fue como un mantra.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Un sol para los 33


Aprenden los secretos de la tierra casi al mismo tiempo que a caminar porque crecieron en campamentos, en las laderas cordilleranas. La mayoría no conoce otro oficio que hayan tenido sus mayores. Arrancan todo lo que enriquece a unos pocos, pero los restos de metales que ellos respiran en las minas, los seca de a poco. Como una maldición, los años les caen como piedras y sus pulmones se secan. El alcohol es el primer remedio y otro "ducto" hacia la sirrosis. La casa de citas, uno de los premios que se permiten, aquellos que aceleran placeres concientes de que su trabajo los puede "tragar" en cualquier momento.
Sus gestos parecen esculpidos, se acostumbraron a convivir con las ratas del subsuelo porque saben que se les anticiparán en caso de derrumbes, "la primera que pasa corriendo, la mirás. La segunda, te detiene. Y la tercera, te hace salir corriendo", cuentan los mineros.

viernes, 12 de febrero de 2010

Chile

Crecí teniendo bastante antipatía hacia Chile por su política de expansión, seguí de cerca todo lo referido al canal de Beagle y la solución del diferendo. Me espanté cuando alguna información apuntaba que en muchas escuelas de ese país se enseñaba a los niños que nuestra Antártida era de ellos. Mis sentimientos se volvieron tan sinuosos como el camino de caracoles que ves en la foto de arriba. Sin embargo, una tarde mis palabras desnudaron un pensamiento muy loco: ¿y si vamos a Chile con el auto, si cruzamos Los Andes?.
En un abrir y cerrar de ojos, estábamos en el auto, explorando. Traté de borrar el disco rígido, no escuché a los que me dijeron -En Chile odian a los argentinos.
Imposible no resultar impactado por el paisaje que no sabe de límites. Colosos de piedra que te hacen sentir mínimo, que paradójicamente te encierran, te acunan, te marean.
A poco de salir del túnel y de los precipicios más abismales, la mano del hombre está en el cultivado dibujo de las laderas. Todo aprovechado. Hasta las nubes cargan el color de las uvas.
Ellos, trabajadores, solícitos, un poco lentos, muy educados. Como todos, algunos :( y muchos :))).
Ojo! No sé si los incas lo supieran, pero ésto es argentino. Así lo quise, en la edición de las fotos sin separaciones, sin límites.


lunes, 4 de enero de 2010

Luján de la tierra al cielo

Cuando estaba embarazada de Magui tuve que cubrir la nota de la culminación de la cruz de la basílica de Luján en Astilleros Río Santiago, los orfebres habían hecho una réplica exacta de la que se desplomó años antes. La que tuve ante mi era más que una mole de metal, que un símbolo. Yo la acaricié y con todo mi corazón deseé que mi beba naciera bien, sana, era tocar un emblema que luego sería inalcanzable, que estaría en el centro de las miradas, pero en las alturas, cerca del cielo.

Me emocionó ver la cruz en la cúspide y recordar el extraño privilegio, el que para mi fue un un mensaje de fé o quizás un milagro.


miércoles, 5 de agosto de 2009

El cumple de un amigo

Los 40 de Alejandro, jefe, compañero y amigo. El encuentro fue emotivo y se conjugaron todos los factores para que la reunión fuera amena: buen vino, música bien elegida, bocados ricos y gente con ganas de divertirse

jueves, 28 de mayo de 2009

Sin caldo gordo

En el Pasaje Dardo Rocha unos 300 ancianos de distintos centros de la tercera edad se reunieron para demostrar algún talento. Algunos me conmovieron susurrando alguna milonga sureña o bailando con elegancia a pesar de las curvaturas que el tiempo talló en sus espaldas. Otros fueron patéticos, pero seguro que también eran así de jóvenes, lo importante que todos se dieron el gusto porque ahora tienen tiempo y prefieren invertirlo en arte. Cuando uno les pregunta a quién van a votar o si les gustaría militar en algún partido político, cambian la serenidad por un rostro austero.
-Queeee? si son todos unos chantas, unos ladrones!
Eso resume lo que sienten muchos.
En una nota para el diario EL DIA tuve que charlar con estudiantes universitarios para ver si adherían a la propuesta de anotarse para ser autoridades de mesa el día de las elecciones. La mayoría dijo que no, "gracias por la más que interesante idea, pero no," afirmaron con contundencia.
Argumentos, muchos. Uno dijo que todo es parte de un gran circo en el que lo que menos se garantiza es la transparencia y que prefiere participar de organizaciones más pequeñas en las que todos se ven la cara y se conocen. Una estudiante de Medicina me contó que había sido vicepresidente de mesa en una oportunidad y que el ambiente político la había espantado.
Los dos extremos de la vida no quieren participar, no le quieren hacer el caldo gordo. Los que por edad estamos a medio camino, no tenemos tiempo y también cedemos terreno. Crisis, la otra cara de la crisis.